viernes, 2 de noviembre de 2012

Toril ya sabe que su continuidad pasa por Nacho en el lateral y José Rodríguez como titular

La paz en Valdebebas tiene un precio y ésta pasa por hacer lo que diga José Mourinho, pese a la proclamada independencia de Alberto Toril. El entrenador del segundo equipo ya sabe lo que tiene que hacer. Desde el club le han recomendado seguir las directrices marcadas por el entrenador del primer equipo del Real Madrid. No hay otra. No van a ser amigos y, si por Mourinho fuera, no estaría en el banquillo del filial blanco. De ahí que se quisiera alejar de la cantera en el verano pasado. Eso sí, por lo que no pasa el portugués es por retos personales, desafíos públicos y eso es lo que considera que Toril ha hecho en los últimos días. Lo curioso del caso es que la historia no es nueva. Jorge Valdano y Rafa Benítez mantuvieron una disputa similar. El hispano-argentino fue rotundo y expresó idéntico mensaje que el de Mourinho. "El filial está para servir de jugadores al primer! equipo y, por tanto, su sistema y futbolistas deben adaptarse a lo que quiera el primer equipo". Los dos técnicos se reunieron aprovechando el parón de las selecciones. En ese encuentro ‘Mou’ exigió ciertas cosas a Toril que, según el portugués, no han sido cumplidas. El técnico del primer equipo quería que Nacho jugara de lateral, porque ya había reiterado a los dirigentes madridistas que como central no tendría futuro en el primer equipo blanco. La segunda de las exigencias hablaba de la mayor presencia y participación de José Rodríguez en las alineaciones del Castilla. El portugués, tal y como confesó ayer en rueda de prensa, cree que no tiene ningún sentido la presencia de Mosquera en el once inicial del filial blanco en detrimento del internacional sub’19. Hay que recordar que tanto el citado Mosquera (24 a! ños) como Iván (23 años) o Mateos (2! 5 a&ntil de;os) llegaron al Castilla, primero, con el objetivo de ascender y, después, de mantener al equipo en Segunda, objetivo que no debe ser prioritario para el entrenador madridista. Además, la tercera de las sugerencias apuntaba a un cambio de esquema o, por lo menos, a algunos movimientos tácticos para que los jóvenes jugadores del Castilla no extrañaran las posiciones en los entrenamientos con el primer equipo. Lo cierto es que esa igualdad de movimientos y de táctica es una vieja aspiración del Real Madrid, que salvo en la época de Benito Floro o en algunos momentos de Jorge Valdano como entrenador, no se ha llevado a la práctica. Toril ya sabe el precio de la tranquilidad y esa pasa por la alineación de Nacho en el lateral izquierdo en lugar de Casado, ahora habrá que preguntar que piensa el ex del Rayo Vallecano, y la presencia de José Rodríguez en el centr! o del campo junto a Álex, otro de los jugadores que son del agrado de Mourinho. No hay otra. El técnico del primer equipo es el que manda, el que dice lo que hay que hacer. A Toril le marcaron como objetivo el ascenso y lo cumplió. Desde que se inició la temporada  le habían dicho que el Castilla cumpliera y ganara partidos, algo que también estaba haciendo. Ahora ya sabe, de boca de Mourinho y los dirigentes, lo que debe hacer con algunos jugadores.  El Real Madrid ya vivió un episodio semejante, con diferentes protagonistas, pero con parecidos argumentos de unos y otros. Fueron Jorge Valdano y Rafa Benítez los que se enfrentaron, en esta ocasión, por la alineación de Sandro. El que fuera centrocampista era habitual en las convocatorias de Valdano en la temporada 94-95 y sorprendía que cuando el primer equipo no tiraba de él, tampoco apareciera en el once titular! del Castilla o en posiciones diferentes a las que Valdano col! ocaba a Sandro. La consecuencia fue una relación rota, sin diálogo, que el tiempo no ha corregido.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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