viernes, 30 de noviembre de 2012

La victoria tenia un precio

Osasuna ha despertado. Se ha enganchado a la Liga, ha enlazado cuatro semanas consecutivas sin perder (8 puntos de 12 posibles) y duerme fuera de los puestos de descenso a la espera de lo que suceda en lo que resta de jornada. Ganó al Rayo Vallecano, al que la defensa de tres no volvió a darle supremacía en la zona donde se crea el fútbol, pero le salió caro. Pagó cada punto con un lesionado [Narración y estadísticas]. Sisi se marchó lesionado en la primera parte en una jugada tan desafortunada como fortuita. Leo Baptistao se le cayó encima de la rodilla y, aunque hizo por volver, se tuvo que marchar antes de tiempo. Después caerían Kike Sola, autor del único gol de partido y Cejudo. Lo mejor para Mendilíbar, que todo esto sucedió cuando el equipo ya se había puesto por delante. El propio Kike Sola marcó un gran gol en el 4' y decantó, antes de lo previsto el primer partido de la jornada 14. La primera parte tuvo su atractivo y los contragolpes del Rayo, liderados por Leo Baptistao, dieron algún que otro susto al Osasuna, que demostró haber ganado en oficio y confianza en las últimas semanas. Son cuatro jornadas seguidas puntuando y la suma de confianza y necesidad le sirvió para gestionar con relativa comodidad la ventaja. El Rayo se mostró en ocasiones conformista, como si la zona templada de la clasificación le hubiera aburguesado. La fórmula de Paco Jémez, que tanto se jacta de intentar ofrecer un juego ofensivo y vistoso a los aficionados volvió a fallar. Por momentos durante la primera mitad estuvo acorralado en su área y se limitó a despejar balones al infinito, donde no había nadie ni se le esperaba. Baptistao fue, durante varios minutos, un peñón abandonado dentro del Reyno de Navarra. En la segunda parte la situación no mejoró para el Rayo. La ausencia de un defensor no le dio supremacía en el centro del campo y sufrió para tener el dominio de la pelota. Bien por la intensidad de Osasuna, que inevitablemente daba la impresión de jugarse algo más, bien porque sencillamente no fue capaz, terminó naufragando entre Raoul Loe y Oier. El Rayo se tenía que mostrar y lo hizo, un gol anulado a Leo Baptistao fue lo más destacado del equipo de Paco Jémez que, además de demorar demasiado los cambios, no consiguió que su equipo fuera mejor a Osasuna en la segunda mitad. En el carrusel de cambios obligados en Osasuna y la entrada de Lass y Delibasic no modificaron la tendencia de un partido que parecía condenado, desde mucho antes del pitido final, a terminar con el 1-0. El Osasuna se lleva tres puntos valiosísimos, en los que gastó tres balas de las que quizá se acuerde la próxima semana.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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