lunes, 26 de noviembre de 2012

Másteres debilitados en un proceso de Bolonia paralizado

Madrid. (Efe).- El proceso universitario de Bolonia se encuentra "estancado" y necesita un impulso hacia "más recursos y menos normas" y acabar con la "debilidad" de los másteres, según explica a Efe el director de la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Politécnica de Madrid, Francisco Michavila.El autor del libro Bolonia en crisis, que acaba de editar Tecnos, advierte de que el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) no culminó el curso 2010-2011, cuando se implantó la estructura de grado y posgrado (máster y doctorado) de los estudios universitarios, sino que era la primera etapa de un proceso dinámico.Luego tendría que llegar algo "fundamental" que está "paralizado": el sistema de aprendizaje, los métodos docentes, una forma diferente de educar para mejorar las posibilidades de empleo de los titulados, el trabajo en equipo y la proyecció! ;n y movilidad internacionales de los estudiantes. Y el paso siguiente es la reforma del gobierno y las estructuras organizativas universitarias.Pero "sin duda", toda esta evolución, que "no se puede retrasar", se verá perjudicada por las restricciones presupuestarias, según Michavila. Así, todas las expectativas -y también las críticas- que generó Bolonia han quedado "hibernadas, paralizada u olvidadas".Por eso, señala, se juega con el doble sentido de "crisis", como dificultad, sobre todo económica en estos tiempos, y como cambio para remontar y evitar el hundimiento. Recalca que la universidad y la investigación son "esenciales" para un futuro "aceptable" de un país, así que la inversión universitaria "no es un gasto cualquiera".En Francia o Alemania, con prioridades de política universitaria muy parecidas a las nuestras, "no se han recortado los presupuestos" y han aum! entado en el primero de ellos, al contrario que en Españ! ;a."Prob ablemente -señala Michavila-, al considerar la inversión en universidades un gasto más, estamos generando un déficit acumulado en la educación superior". El impulso "imprescindible" debe basarse en "menos reglamentación y normativa en la universidad, transparencia al máximo, rendición de cuentas y presentación de informes anuales al Parlamento.Y debe proceder de todos: del Gobierno con un marco que garantice la autonomía universitaria como servicio publico eficiente donde los profesionales diseñan las prioridades; de las comunidades, con modelos de financiación eficientes; y de las universidades, que deben corregir ineficiencias y rendir cuentas.Pero, al mismo tiempo, advierte: "No es posible hacer cambios si las universidades no tienen estabilidad. Constantemente se ven acosadas por nuevas leyes o con cambios o recortes a veces brutales y, entonces, se quedan paralizadas".En definitiva, apos! tilla, "no se trata de que el edificio universitario estuviese en ruinas ni de derribarlo, sino que hay que amueblarlo", pues la universidad ha hecho un buen trabajo en formación de capital humano.Comenta que no sobran universidades, sino que son demasiado parecidas entre sí, poco especializadas y sin modelo educativo propio en más de un caso. También se deben evitar duplicidades de titulaciones que no tengan sentido, pero sin rigidez: "¿Qué pasa -se pregunta- con las filologías clásicas y las humanidades, las vamos a suprimir porque no son rentables?. Es una suicidio cultural".Defiende la revisión de los másteres, pues tienen relevancia internacional escasa; deben mejorar en duración, capacidad y formación del profesorado y ser más atractivos para extranjeros. "Lo que caracteriza y posiciona a las universidades en el mundo es la educación de cursos avanzados", justifica Michav! ila.Con la perspectiva del tiempo, atribuye el "debilitamiento! " de la duración y formación de los másteres a la estructura de cuatro años de los grados (en la mayoría de países son de tres). Ha reconocido, no obstante, que él fue favorable a grados de cuatro años porque uno de ellos podría orientarse específicamente al mundo laboral.Sobre la subida de tasas de matrícula, se ha preguntado retóricamente si es el momento adecuado. "Se dice que, con la crisis, han aumentado quienes se refugian en la universidad (...) Pero se les vuelve a echar fuera, eso es injusto", ha comentado sobre el asunto de las tasas.Sin embargo, podría profundizarse en esa línea siempre con un sistema de ayudas para los alumnos más desfavorecidos y ha defendido préstamos para los alumnos de máster que pudieran condonarse según el rendimiento académico. Sobre las becas de acceso a los estudios, se ha opuesto a que tengan requisitos acad&eacut! e;micos exigentes, más cuando el abandono universitario está en el 30%. 

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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