domingo, 25 de noviembre de 2012

ETA pide al Gobierno que asuma su responsabilidad por la guerra sucia

ETA sí decía más en el comunicado que fue inteligentemente administrado por GARA ayer. Ponía unas condiciones al Gobierno y advertía de que, si no las cumplía se puede "frustrar la oportunidad de paz" y nunca se podrá dar "el conflicto por superado". ETA no sólo no asume su "responsabilidad" sino que solicita que el Gobierno asuma la suya por "la violencia que ha utilizado en la confrontación y los crímenes que ha cometido, las torturas, la guerra sucia, la ejecución (sic) de los militantes de ETA". Denuncia que no hay nadie en la cárceles por este tipo de asuntos y que las Fuerzas de Seguridad han actuado con "total impunidad". La segunda condición o nota novedosa es su pretensión de que el Gobierno deje al margen su proyecto para que las personas que tuvieron que huir del País Vasco por la persecución etarra puedan votar en el País Vasco en siguientes comicios. Sobre "las personas que tomaron la decisión de marcharse de Euskal Herria como consecuencia de la lucha de ETA, ETA cree que ese asunto está encarrilado después de nuestra decisión" de cese definitivo. Se refiere por tanto, a la propuesta legal presentada por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, justo antes de los últimos comicios vascos. Interior no quiso que fuese aplicada para entonces y la dejó pendiente para la siguiente convocatoria electoral. El tercer punto son las víctimas, la organización está dispuesta a reivindicar las suyas y equiparalas a las víctimas del terrorismo. ¿Situación reversible? ¿Significa esto que hay alguna posibilidad de que sea reversible la decisión del cese definitivo del terrorismo adoptada hace un año?. No parece, a la luz del propio comunicado, en el que se dice que ETA "seguirá sosteniendo firmemente la oportunidad de solución" y en el que desliza que seguirá dando pasos, según convenga a la izquierda abertzale, pero sí indica que no van bien encaminados quienes, en el Gobierno y en la izquierda abertzale, sostienen que la organización terrorista se disolvería prácticamente con el acercamiento de sus presos a las cárceles de Euskadi. La banda juega, para presionar al Gobierno, en principio, con la inestabilidad que puede provocar desde las cárceles y en determinado reducto social. ETA insiste en que quiere negociar sobre lo que denomina las "consecuencias del conflicto": presos, huidos y "desarme" en el que incluye la salida del País Vasco del las Fuerzas de Seguridad y el Ejército. Para eso ofrece un "calendario", es decir, establecer "formulas y plazos" para llevar a cabo esas tres cosas. En realidad, esto no implica novedad alguna sino la insistencia en la negociación. Lo novedoso viene en esas tres notas o condiciones que añade posteriormente. La organización terrorista asegura que el Gobierno tiene conocimiento preciso de toda esta situación, sugiriendo así que se lo ha hecho llegar por algún tipo de cauce. Acusa al Gobierno de estar en una "agenda para frustrar la opción de paz" con sus detenciones y declaraciones. La banda se duele de que haya quedado bloqueada la segunda parte de la Declaración de Ayete. El diario Gara se limitó a filtrar ayer la parte del comunicado en la que se hacía la oferta del calendario para poder titular que ETA responde a la "involución" en el proceso, con una agenda de diálogo, y potenciar así la idea de que es el gobierno el que ha dado marcha atrás respecto a los acuerdos que provocaron Ayete y el cese definitivo.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

No hay comentarios:

Publicar un comentario