martes, 6 de noviembre de 2012

Un nuevo informe psiquiátrico descarta que Bretón sufra trastornos mentales

José Bretón no sufre ningún trastorno mental. Ni en el día de autos ni en los previos padecía alteración temporal de su conciencia o memoria. O incluso sus marcados rasgos de personalidad, que ya fueron puestos de manifiesto en un informe psiquiátrico de enero de este año que abundaba en su carácter manipulador e inteligente, pudieron interferir en su capacidad frente a hechos como los que ahora se le imputan: haber asesinado, presuntamente, a sus dos hijos, calcinados en una hoguera. Frente a todo ello, ítem más, Bretón se abona a la «teoría de la conspiración» contra él y cuestiona a las claras la imparcialidad del juez que lleva el caso, la Policía, los médicos forenses y psiquiatras que le han examinado. E insiste en la idea de que la famosa perito forense de la Policía Científica, que primero dictaminó el origen animal de los restos óseos hallados en la hoguera que él hizo el día de autos y luego rectificó para señalar su naturaleza humana, «! fue presionada» para realizar dicho cambio de parecer técnico.Estas son dos de las conclusiones principales de un nuevo examen psiquiátrico realizado a José Bretón el pasado 9 de octubre, tras así ordenarlo el juez del caso, José Luis Rodríguez Lainz, por el Instituto de Medicina Legal de Córdoba. En concreto, por el médico forense del Servicio de Clínica de este organismo José Sáez y por el responsable de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Reina Sofía, José Manuel Jaquotot. El objetivo, analizar al acusado desde el nuevo enfoque de su imputación como presunto autor de un doble delito de asesinato con agravante de parentesco. Según ha podido saber ABC, estos dos profesionales, que ya examinaron a Bretón en los primeros días del año no ven diferencias de peso en él respecto a sus conclusiones en aquel informe. Entonces, ya pusieron de manifiesto que no sufría trastorno mental alguno. Que sus «acusados rasgos de personalidad no repercuten en su capacidad de entendimiento y voluntad» sobre los hechos que por aquellos días se le imputaban —detención ilegal cualificada de sus hijos—. Y que, además, su nivel de inteligencia andaba por encima de la media. Plenamente consciente y mente clara, así como carácter «excesivo de manipulador».De este modo, ninguna de esas posibles anomalías han tenido por qué influir en que haya podido cometer los hechos que el juez del caso le atribuye y por los que será juzgado por un tribunal popular.Después de que el caso diera un giro de trescientos sesenta grados tras la constatación del origen humano de los resto óseos hallados en Las Quemadillas! , el abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, anunció un informe pericial psiquiátrico de parte, apuntando ya a una línea estratégica de defensa médico-legal. ¿Un posible trastorno de su cliente...?. El propio acusado instó a su letrado —no exento de dificultades para encontrar profesionales para hacer el informe— a que no lo hiciera, alegando su buen estado mental. Esta circunstancia la viene a corroborar ahora este nuevo informe al que ha tenido acceso ABC.Pero el informe destila otros detalles muy interesantes sobre cómo está viviendo estos momentos un Bretón acorralado. Así, el acusado parece abonarse en su entrevista médica a la «teoría de la conspiración» contra él. «No sé qué mentes están detrás de todo esto; ustedes me condenaron desde el primer día», llega a decirle a los forenses. Incluso duda de la imparcialidad del juez, la Policía, los propios médicos... y llega a señalar que la famosa perito forense «fue presionada p! ara cambiar» su informe sobre los huesos. Ante estas afirmaciones, los responsables del estudio llegan a abordar la posiblidad de alguna alteración de su pensamiento, cuestión que descartan tras un «análisis minucioso» que disipa cualquier tipo de psicopatología.Aunque correcto, de aspecto cuidado, consciente y lúcido, los médicos forenses sí detectan en su encuentro a un Bretón menos atento y amable que no colabora en la entrevista. Por el contrario, se muestra «suspicaz y desconfiado», dudando de sus propios examinadores periciales. Su ánimo se resquebraja. Admite que se encuentra mal por todo lo que está viviendo. «No sé nada de mis hijos», repite. «Todo son mentiras» que «machacan a mi familia». Sin embargo, y según este informe, evidencia que lo está pasando peor con sus condiciones en prisión —pone el énfasis en los ruidos— que por lo que está pasando fuera y se niega a ver las noticias porque, insiste, «todo es mentira». Al respecto pone como ejemplos que se use de modo incorre! cto el nombre de Las Quemadillas, que haya dormido los días previos en la finca; que usara la mañana de autos el coche de su hermana y, sobre todo, «que lo que se dice de los huesos en la hoguera es todo mentira».

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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