sábado, 3 de noviembre de 2012

La plaga de lesiones en defensa obligará a Tito Vilanova a seguir experimentando

Las continuas bajas en defensa que asolan al FC Barcelona obligan a Tito Vilanova a improvisar una defensa cada semana. Ante el Celta salió con una defensa de tres formada por Mascherano, Adriano y Alba. Esta zaga improvisada sufrió en muchos momentos, lo que obligó a Tito Vilanova a cambiar a defensa de cuatro al descanso con la entrada de Bartra por Cesc Fábregas. La lesión de Adriano, que anotó el primer gol del encuentro, obliga al preparador azulgrana a improvisar una nueva defensa para el compromiso de Liga de Campeones ante el  Celtic de Gasgow. Decía Zubizarreta en el anuncio de Vilanova como entrenador azulgrana que con su designación se quería buscar la continuidad del modelo más exitoso de la entidad culé en toda su historia. Los catorce títulos de diecinueve posibles así lo confirman. Aunque la esencia del Barça no se negocia, Tito no ha seguido esa l&ia! cute;nea continuista que se presumía. Le ha puesto su sello. La evolución necesaria del sistema de juego azulgrana ha obligado al preparador barcelonista a asumir una serie de cambios que aún no termina de equilibrar. Su enorme pegada le volvió a salvar ante el Celta. A pesar del gran inicio de temporada, que le ha llevado a completar su mejor arranque liguero, no termina el Barcelona de encontrar ese empaque de anteriores campañas. El mayor peso de Cesc Fábregas  en la medular ha derivado en un juego mucho más vertical, alejado de esa pausa y  posesiones largas de pasadas campañas. Esta variante en su juego impide a los azulgranas dominar los partidos con contundencia. A esa mayor vulnerabilidad defensiva une a su vez una pegada descomunal, lo que le permite seguir ganando partidos con esa voracidad insaciable que caracteriza a los barcelonistas desde 2008. En tan sólo unos meses, los transcurri! dos desde la marcha de Guardiola hasta el debut en el banquill! o de Vil anova, el juego azulgrana mantiene su esencia pero tiene matices completamente distintos. Su juego ha evolucionado a una versión más agitada, eléctrica por momentos. Este mayor vértigo en el ataque azulgrana le ‘obliga’ a asumir mayores riesgos en defensa. Unos riesgos  acentuados con las bajas en defensa que afectan a la plantilla culé. A las ya sabidas de Abidal, Puyol y Piqué se une la baja de Adriano, ‘descubierto’ esta temporada como central por el sucesor de Guardiola. El poco convencimiento que le ofrecen los hombres de la Masía al técnico catalán (Bartra y Montoya partieron desde el banquillo) motivaron la puesta en escena ante el Celta de una defensa de tres inédita: Mascherano, Adriano y Jordi Alba  componían la zaga de inicio. El Celta pronto descubrió la debilidad de su rival y buscaba una y otra vez la espalda de la defensa azulgrana, que no l! ograba achicar los espacios que dejaban las constantes subidas de Alba y Adriano. Estas constantes subidas dejaban como único zaguero al ‘jefecito’ Mascherano, el cual no está mostrando su mejor versión esta temporada. La lesión de Adriano en la primera mitad y las constantes amenazas del Celta terminaron de convencer a Vilanova de cambiar a defensa de cuatro. Entraron Bartra y Alves por Cesc y el mencionado Adriano. Una vez más le volvió a salvar la pegada en el campeonato doméstico. Vilanova sabe que tiene un problema en su sistema defensivo. En Europa, donde se mide el verdadero potencial de los grandes, esos errores penalizan.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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