martes, 13 de noviembre de 2012

El Supremo obliga a la Audiencia a reactivar la extradición de dos etarras

El Tribunal Supremo ha ordenado a la Audiencia Nacional que reactive los procesos de extradición iniciados en su momento contra los etarras Eugenio Barrutiabengoa y Jesús Ricardo Urteaga, ambos refugiados en Venezuela, al considerar que esas reclamaciones, a diferencia de los que sostiene la Audiencia, sí interrumpieron la prescripción de los delitos de los que se les acusa. Los dos terroristas suman diez asesinatos. El Supremo entiende que la prescripción que el pasado mes de marzo acordó la Audiencia Nacional (después de que el juez Saniago Pedraz sobreseyera la causa al entender que habían transcurrido 20 años desde la fecha en la que se declaró procesado en rebeldía a Barrutiabengoa), no se ajusta a derecho, pues «el efecto que cabe atribuir» a una solicitud de extradición no debe depender de que medie o no detención del reclamado, como tampoco de la efectividad o no de la extradición interesada, «pues esa propia solicitud por sí misma interrumpe el c�! �mputo» de la prescripción. La primera conclusión que se deriva de la decisión del Supremo es que la causa vuelve a la Sala de lo Penal de la Audiencia, que tendrá que volver a decidir sobre el archivo decretado por Pedraz en base al argumento anterior, con lo que, según fuentes jurídicas habrá que reactivar los procesos de extradición. Tras matar a 10 personas, Eugenio Barrutiabengoa Zabarte se trasladó a Venezuela para empezar una nueva vida junto a su esposa María Ángeles Artola Echevarría, relacionada a su vez con un atentado contra la Armada y en el que murió un marinero en Fuenterrabía. El 8 de abril de 1996 la AVT llegó a aportar en una querella el domiclio de este etarra en Caracas, y de hecho se pusieron en marcha los trámites para su extradición. El Tribunal Supremo venezolano desestimó esta solicitud arguyendo que la estudiaría cuando el etarra fuera detenido, lo que nunca llegó a suceder. La última noticia que se ha tenido de él es que tr! abaja en el Instituto Nacional de Tierras, como el etarra Artu! ro Cubil las (también reclamado por España) y tiene la nacionalidad venezolana. Repecto al otro etarra, Ricardo Urteaga Repulles «Txetxu», que también trabaja en el Instituto Nacional de Tierras, ya se interesó su extradición en 1988, una solicitud que el Consejo de Ministros aprobó tres años después. Al igual que en el caso anterior, las autoridades venezolanas no respondieron al requerimiento de España.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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