domingo, 11 de noviembre de 2012

El arrollador imperio de los Dj

«Creo que con darle una hora de instrucciones, cualquiera con un mínimo conocimiento del programa que uso y de rudimentos de música general, podría hacer lo que yo hago en mis conciertos». Lo dijo este mismo verano DeadMau5, uno de los Dj más ricos y famosos. «¿Entonces qué tiene él de especial?», se pregunta el común de los mortales. Cómo llegan hasta la cima, parece uno de los grandes misterios de la música actual, pero como con todo, sólo es cuestión de ponerse e insistir. Todos los Dj que ahora son súper estrellas pasaron meses o incluso años pinchando noche sí noche también en pequeños clubes, hasta que el aforo se les quedó pequeño, llegaron a oídos de ciertos promotores y poco a poco fueron convirtiéndose en reclamos para grandes estadios. El viento, eso sí, ha soplado a su favor. Ya lo auguró hace unos años Ray Manzarek, teclista de «The Doors» e ídolo del movimiento hippy: «La próxima revolución socio-musical será electrónica. Sus! seguidores tienen muchas similitudes con los hippys: un fuerte sentido tribal y una música que puede llevarte al trance».Los hechos son incontestables. Una gran parte -se diría que la mayoría- de la juventud ya no quiere ver a rockeros sudorosos montando el show sobre el escenario. Es más, se diría que les importa un comino lo que ocurra sobre las tablas. Lo importante está en la pista: mirarse, compararse con los demás e intentar ser el más bailongo y molón del lugar. El protagonista es el fan y su ególatra e individualista búsqueda del placer, y el músico sólo aprieta las teclas que éste le inspira. Le sigue el juego. El reinado Dj ha llegado a los festivales (David Guetta en el FIB, Luciano en Sónar, Rock in Rio convocando a la flor y nata), a las radios (la mitad de la emisión musical generalista se centra en la electrónica, y cada vez son más las que se dedican exclusivamente a ella), a internet (proliferan las webs para fans y profesionales)… incluso el turismo ha visto nacer ofertas aparejadas a la «fiesta dance» (el último proyecto de Guetta ha sido crear un espacio de baile en el aeropuerto de Ibiza). Los secretos de su éxito son varios, muchos de ellos vinculados a esa Red que tanto daño ha hecho al resto de los profesionales de la música. Para empezar, los Dj están obsesivamente atentos a la actualidad. Como si fueran un iPod que se actualiza a diario, estos pinchadiscos monitorean todo lo que suena novedoso en cualquier parte del mundo gracias a las redes sociales, logrando un «sonido last minute» que termina siendo la envidia de los músicos «clásicos» que int! entan renovarse. El caso más reciente es del joven Skrillex, cuya cuenta corriente ha ingresado 18 millones de dólares sólo en el último año: los nu-metaleros «Korn» se hicieron con sus servicios en su último disco, «Muse» ha dejado entrever claras influencias de su sonido «dubstep», y, ¿saben qué es lo que bailaba Shakira aquella vez que la grabaron cortando el tráfico en Barcelona? Un tema de «Skrillex».La otra gran ventaja con la que cuentan los DJ es que no necesitan más que un ordenador (en lugar de instrumentos) y una habitación (en lugar de un garaje) para crear su música, así que se pueden aplicar más fácilmente que nunca el «do it yourself» («hazlo tú mismo»). Además, montar un concierto requiere menos inversión logística que uno de rock. Mínima inversión, máxima rentabilidad. Ideales para estos tiempos de crisis.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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