lunes, 5 de noviembre de 2012

Demócratas y republicanos seguirán atrincherados en cada cámara del Congreso

El bloqueo en el que se encuentra el Congreso de Estados Unidos seguirá tras las elecciones de hoy. Descartados cambios en la correlación de fuerzas entre ambos partidos -los demócratas seguirán controlando el Senado; los republicanos, la Cámara de Representantes-, un reelegido Barack Obama tendrá las mismas dificultades legislativas del primer mandato por la contestación republicana, mientras que un presidente Romney puede esperar una revancha demócrata.«Si el presidente fuera reelegido, no sería capaz de trabajar con el Congreso. No importa lo que él ahora diga, basta con mirar estos cuatro años. Ha quemado muchos puentes allí. Ignora el Congreso, lo ataca, lo demoniza», ha advertido Romney en estos últimos días de campaña. Pero su insistencia en que él supo dialogar con un legislativo de otro color político cuando era gobernador de Massachusetts es en realidad poca garantía ante el tenso ambiente de confrontación que se vive en la capital estadouniden! se.Los últimos sondeos hablan de la posibilidad de que en el Senado incluso se mantenga exactamente el actual reparto de 53 puestos para demócratas (en realidad dos de ellos independientes, pero integrados en el mismo grupo parlamentario) y 47 para republicanos, tras ponerse a votación un tercio de los 100 escaños senatoriales, como ocurre cada dos años. De los 33 puestos sobre los que los ciudadanos se pronuncian, diez corresponden a escaños ocupados por republicanos y 23 por demócratas. Esa diferencia daba pie a que la formación de Romney lograra sumar más senadores. Aunque la mayoría demócrata en el Senado en realidad nunca pareció en peligro, el auge electoral de Romney en octubre parecía sugerir un avance republicano. Pero el empate con que se llega al final de la carrera presidencial dejaría las cosas como están, al neutralizarse los escaños que cada partido conquistará y los que perderá.No obstante, algunas batallas están ocupando gran atención ci! udadana. Como la posibilidad de que el puesto senatorial ocupa! do hist� �ricamente por Edward Kennedy, en Massachusetts, vuelva a manos demócratas. Tras su muerte, la victoria fue para el republicano Scott Brown, quien en 2010 se vio aupado por la marea del Tea Party que hizo avanzar al Partido Republicano en el Congreso, cambiando la mayoría en la Cámara de Representantes. Elizabeth Warren, una profesora de Harvard sin experiencia política, encabeza las encuestas.Otras interesantes pugnas se plantean en Indiana y en Misuri, donde los candidatos republicanos, en su oposición al aborto, realizaron polémicas declaraciones sobre violaciones. Richard Mourdock y Todd Akin van por detrás de sus rivales en la intención de voto después de las controversias que protagonizaron.En el caso de la Cámara de Representantes, cuyos 435 puestos se someten hoy a votación, como sucede cada dos años, no se producirá el vuelco registrado en anteriores elecciones. En 2006, a mitad de mandato de George Bush, los demócratas lograron terminar con la mayorí! a que los republicanos gazaban desde hacía doce años. Los demócratas aumentaron aún más su dominio en 2008 gracias al empuje de la elección de Obama. Pero en 2010, la Cámara fue recuperada por los republicanos en una rotunda victoria. La actual composición de 242 republicanos y 193 demócratas no se modificará sustancialmente. Los republicanos podrían perder entre tres y diez escaños, pero continuarían contando con mayoría absoluta, situada en el listón de 218.Así las cosas, pasadas las elecciones, EE.UU. seguirá avanzando hacia el llamado «precipio fiscal» de fin de año, cuando unos drásticos recortes de 500.000 millones de euros deberán aplicarse automáticamente ante la falta de acuerdo de los dos partidos para una reducción del gasto consensuada que afecte menos a los intereses ideológicos de ambas formaciones.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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