miércoles, 7 de noviembre de 2012

¿Celtic de Glasgow o Barcelona? ¿Quién jugó mejor al fútbol ayer?

No por vista antes, la película deja de ser sorprendente cada vez que se da. El Barcelona perdió este miércoles en Glasgow ante el Celtic en un nuevo ejemplo de que a veces quien menos expone en ataque puede ganar un partido de fútbol. De nada sirve dominar absolutamente todas las estadísticas y facetas del juego si la única excepción es el marcador. Allí, tras 90 minutos muy intensos y de color netamente azulgrana, campeaba un 2-1 a favor de los escoceses y que supone la segunda derrota de la 'era Vilanova'. Se disculpaba en la previa Lennon, técnico del Celtic, afirmando que su equipo no es defensivo y que fue el Barcelona quien en el partido de ida le acabó metiendo en su área de manera casi vergonzosa. Hace quince días, los británicos también se adelantaron en el Camp Nou pero entonces los barcelonistas lograron remontar gracias a un gol de Jordi Alba in extremis. ! En lo que va de curso, los culés ya acumulan ocho partidos en los que comenzaron perdiendo, y hasta ahora solo había acabado derrotado en uno de ellos, ante su antagonista, el Real Madrid, en la vuelta de la Supercopa. Esta vez el Barça tampoco se salvó, no le sirvieron ni los 24 disparos, con dos palos incluidos, ni el 74% de posesión. El portero rival, Foster, se erigió en héroe y la afición del equipo católico de Glasgow, en su 125º aniversario, ya guarda un triunfo histórico más para contar a los nietos. Como siempre que se dan este tipo de partidos, el debate se abre cuando se intenta determinar qué es jugar bien al fútbol. Está claro que el estilo barcelonista ha calado a nivel mundial y es admirado (imitado no tanto por su gran dificultad) en todos los rincones del Planeta Fútbol. Algo parecido ocurre con la selección española. Los é! xitos recientes y mayúsculos de ambos conjuntos demuest! ran que tratar bien el balón, tener siempre la iniciativa y buscar la portería contraria sin descanso y por encima de todas las cosas es, además, tremendamente efectivo. Pero los reveses que se han llevado tanto el Barça como la Roja también demuestran que haciendo todo lo contrario se pueden ganar partidos siendo muy inferiores. La receta que aplicó el Celtic ayer es de sobra conocida por Tito y sus hombres. Solo tiene dos ingredientes: disponer una muralla de jugadores en repliegue intensivo (eso sí, todos ellos con una predisposición al sufrimiento y al sacrificio digna del mejor de los soldados) y tratar de aprovechar las pocas ocasiones en que se acerquen al área rival. Desde que Guardiola impusiese su archiconocido sello, así cayó el Barça con el Inter de Mourinho en 2010, con el Sevilla en Copa ese mismo año, con el Chelsea la temporada pasada, y alguna vez que otra en Liga (por ej! emplo ante el Getafe o el sonado empate a cero ante el Sevilla el día que Javi Varas lo bordó). A España le pasó algo similar en la Copa Confederaciones ante Estados Unidos o en el debut mundialista ante Suiza. ¿Poesía o aprovechar tus recursos? Pero la gran mayoría de las veces, el equipo dominante, aquel que atemoriza tanto a sus adversarios como para que estos cambien incluso su manera de jugar y se dediquen solo a defenderse los 90 minutos, acaban ganando el partido. Por ahí diríamos que el Barcelona siempre juega mejor al fútbol, ya que su juego de combinación y toque dibuja sobre el césped una bonita poesía que sirve para homenajear este deporte y a su vez acomplejar a los rivales. Pero muchos otros pensarán que en ocasiones como la de este miércoles fue el Celtic quien practicó un mejor juego. Desde este segundo punto de vista se estaría! primando en el análisis la optimización de las ! cualidad es de cada contrincante por encima de la estética o la filosofía futbolística que cada uno represente. Un enfoque que se centra en el objetivo esencial del fútbol, sin atender preámbulos. Aquí el Celtic le dio sopas con hondas al todopoderoso Barcelona. Y es que le sirvió un córner y un saque en largo del portero para marcar dos goles en sus dos únicos tiros a puerta, mientras que los hombres de Tito sólo hicieron un tanto (y en el descuento) después de haberlo intentado con tesón pero sin acierto todo el encuentro. El debate es antiguo, sobre todo en nuestra cultura futbolística. Sin ir más lejos, en Gran Bretaña, donde nació este deporte, el punto de vista al respecto es bastante diferente. De la misma manera que son tan exclusivas sus curiosas celebraciones repletas de entusiasmo ante cualquier córner a favor. Ayer, en el minuto 20 rugió Celt! ic Park por este motivo, y segundos después el Barcelona sacaba de centro y perdía 1-0. Le preguntaron después a Vilanova si sentía satisfacción por haber seguido fiel a su estilo en busca de la remontada, y el técnico fue claro: "¿Satisfacción? No. Lo que queremos es ganar, y nosotros jugamos así porque creemos que es la mejor manera para conseguirlo. Pero no es la primera vez que nos pasa esto ni será la última". Para gustos los colores, pero lo que está claro es que medio Glasgow se levantó este jueves con una resaca de campeonato y frotándose los ojos cada vez que miran los periódicos o los informativos. Y quizá sea eso lo principal en esto del fútbol. O quizá no.

Fuente de la Noticias: Noticias de España

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